“TÚ Y YO”, UN CUENTO COMO TERCER Y ÚLTIMO ADELANTO DEL DISCO DEBUT DE EDUARDO LUKA

Eduardo Luka presenta un tercer adelanto de su disco debut que verá la luz el próximo 4 de junio. Tú y yo muestra la cara íntima y dulce del músico tomando forma en un cuento con moraleja final. 

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La fábula cuenta las relaciones duales y efímeras que podemos encontrar en las pequeñas cosas a nuestro alrededor, el agua y la flor, la flor y la abeja, la abeja y su miel, la miel y el oso. 
Producida junto a Edu Baos de León Benavente en El Cariño (Mozota), se escoge el ukelele como instrumento que hace de hilo conductor sobre el que se narra la historia. 

Ruben Hervás, ilustrador Zaragozano afincado en Barcelona, ha sido el encargado de transformar en imágenes esta dulce fábula aportando su estilo inconfundible y una nueva dimensión a la canción. 

La portada obra, como la de sus anteriores singles, por la diseñadora gráfica Silvia Luna con la que colabora habitualmente y que será la encargada también del Artwork del disco. 

Una vez más el nuevo adelanto de Eduardo Luka viene acompañado de un videoclip realizado por Rubén Hervás y estrenado en exclusiva en Marca. Puedes verlo aquí y en el canal oficial de Youtube del artista:

 

Edu Baos de León Benavente nos cuenta: 

«El Cariño se empieza a hacer en el 2012 cuando nos mudamos mi chica y yo a Mozota con la idea de montar en mi casa un sitio donde pudiera trabajar sin tener que molestar a nadie. Ha costado tiempo hacerlo pero poco a poco se va haciendo un sitio más agradable para tocar y para componer música. Allí he grabado discos que han marcado mi vida, tantos de Nacho como, sobre todo de León Benavente y es un lugar del que me siento agradecido cada día por tenerlo.

Cuando Edu me llamó para hacer la producción recuerdo que para mi era algo relativamente novedoso, coger unas canciones con una guitarra y una voz y hacer la producción vistiendo a la canción desde cero. Fue un reto del que he aprendido y disfruté muchísimo durante los casi cuatro meses de producción desde que Edu me dio los temas hasta que los vimos por fin grabados. Fue muy bonito hacer las canciones y trabajar con Edu porque es una persona con carácter y con criterio y que a la vez se deja aconsejar. Sobre todo le gusta probar cosas nuevas y tiene algo que a mi me gusta mucho y es la necesidad de hacer algo diferente a lo que hacen los demás o por lo menos intentarlo, ya sé que es muy difícil hacerlo y que casi nadie lo consigue pero tener esa mentalidad para mi es muy importante en un artista, esa mentalidad de siempre querer innovar y sorprenderse a si mismo y a los que le escuchan.

Decir también que fue también un proceso muy muy bonito, tengo muchos recuerdos de cuando estábamos grabando, de los paseos que hacíamos luego con los chuchos y la verdad es que tengo ganas de volver a repetirlo cuando Edu quiera.»

La Historia de Eduardo Luka:

Hace cinco años, al regresar a su ciudad natal después de un largo periodo en busca del sueño nórdico, decidió cambiar completamente de rumbo. Comenzó a cantar canciones que llevaban años ocultas en una libreta y que pocos o nadie habían escuchado. El invisible caparazón que le impedía mostrarse lo fue haciendo añicos, primero en pequeñas fiestas con amigos y poco a poco deambulando por bares y micrófonos abiertos de la ciudad. Desde entonces se está haciendo músico, y también profesor. Quizá parezcan materias de diferente componente químico pero si paras un segundo a valorarlo, su similitud es enorme. Ambos oficios requieren de la preparación de un espectáculo, ambos se han de subir al escenario ante públicos diferentes donde cantan y trasmiten su función, y además, han de salir enamorando al espectador. 

Ha ido tocando de escenario en escenario, a veces abriendo para Ken Strinfellow, otras para Mabü, Maren Ladson o su admirado Josh Rouse. Resulta que una de esas noches el técnico de sonido era Edu Baos de León Benavente, y es ahí donde se conocieron. Al tiempo, Rosana, su mujer, los puso en contacto y de esa manera se tejió esta aventura primeriza de producir un disco. Eduardo se mudó una temporada veraniega a Casa Larga (Mozota) y desde El Cariño, el estudio de grabación, fueron trazando las canciones a la par que se sumergía en la vida cotidiana del pueblo. La comida casera de la Chari, las anécdotas de Octavio y los paseos por el río con Vito y Sombra fueron las notas que acompasaron el buen ritmo de aquellos días. 


 

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