Cala Vento

En cuatro años, lo que empezó siendo un proyecto de diversión y evasión se ha convertido en la principal actividad de nuestras vidas. Sin buscarlo, hemos obtenido cierto reconocimiento haciendo algo que para nosotros es muy natural: escribir canciones e interpretarlas en directo. Gracias a ello hemos viajado mucho y vivido experiencias extraordinarias, pero a la vez, hemos perdido momentos irrepetibles al lado de nuestra familia y amigos.

Fue durante el viaje a México en mayo de 2018 cuando se empezó a fraguar lo que ha acabado siendo nuestro tercer disco de estudio. Tuvimos largas y densas conversaciones con Eric Fuentes (The Unifnished Sympathy) acerca de la evolución del sonido de Cala Vento: con quién y dónde era mejor grabar, mezclar y masterizar; qué equipo debíamos formar; cuál era la mejor fórmula de trabajo posible… De este modo, y escuchando mucha música, nos dimos cuenta de que nadie podía hacer mejor ese trabajo que Santi Garcia, máximo artífice hasta la fecha del sonido en disco de Cala Vento. Sin embargo, sabíamos que para que se produjera esa evolución necesitábamos sacudir a Santi de su rutina habitual y sacarlo de su zona de confort. Y así fue como surgió la idea de buscar un estudio residencial alejado de nuestro querido Empordà, un lugar donde poder aislarnos y dar rienda suelta a la creación. Dimos con el estudio Gismo7, de Paul Grau, en Motril. En él se han grabado buenos discos del pop-rock de este país, como El Shock de Leia, de Lagartija Nick, o Cronolánea,  de Lori Meyers.

Nuestra mayor preocupación siempre ha sido la incansable búsqueda de la emoción a través de la música.