TERRORMILK

La historia de Terror Milk no se forjó en la oscuridad como suele ocurrir con las historias de terror. Llegó con las primeras luces del alba; nació de un vaso, de un vaso de leche. El vaso y su contenido eran obligatorios como parecía ser obligatorio el miedo de Luigi por ir al colegio cada mañana. Esta escena diaria se convirtió en un recuerdo y del recuerdo nace, años después, una banda.

Hacer canciones puede ser solitario sin un amigo a tu lado: esto lo sabe perfectamente la vida, que tuvo a bien cruzar a Santi en el camino de aquel, ya crecido, niño del vaso de leche. Desde entonces comparten eso que solo se da entre compañeros de trincheras y de canciones (si les preguntas a ellos te dirán que, de lo segundo, mucho más). Seducidos por el Art Rock y el Noise Pop, decidieron grabar su primer LP con la producción del multi-galardonado Iñigo Bregel (Los Estanques) y junto a Moxas, Álex, Nestor y Nico defenderían el ramillete de canciones. 

«Al menos una vez hacerlo a mi manera, a ver si sale bien» es el lema que resuena tras la nebulosa de armonías que es Terror Milk. Un abrazo entre el pasado y el presente, el contenedor verde para los consejos, una oportunidad al ruido.